domingo, enero 7

UN 6 CON LOS ZAPATITOS VACÍOS (cuento de cuna para niños de clase media)

Enero de 2002. Las cacerolas, “que se vayan todos” y las metrallas habían reemplazado a la pirotecnia como banda sonora de las fiestas del 2001. De hecho, poca persona se animaba a llamar a la Navidad y el Año Nuevo (ni a nada) una “fiesta” en ese contexto.

El paquetito que Johnatan recibió de Papá Noel se consumió parte de los dineros que Escasany había indultado. Era un sacrificio importante para Daniel y Angela. Pero todo fuera por hacer quedar bien a Papá Noel.

La mañana del 6, Johnatan se despertó ansioso. Corrió hacia el hall, donde fue detenido abruptamente por la imagen de sus zapatillas intactas, como las había dejado la noche anterior.

-Papá, ¿qué pasó? ¿Porqué los Reyes no me dejaron nada?

Daniel y Angela se miraron un momento. Fue ella la que se animó a hablar.

-Me parece que hay que decírselo. Es hora de que sepa la verdad.

Tras otro silencio, Daniel Tomó la posta.

- Tenés razón. Es hora de que vaya sabiendo como es realmente este mondo cane. Mirá Johnny, este año los reyes no vana poder venir. Y quizá no vengan nunca más. Pasó algo muy grave.

“Vos sabés que los Reyes no vienen sólo para vos. Ni para tus amigos. Los Reyes vienen para todos los niños de todo el planeta. Así que su viaje comienza mucho antes de la noche de reyes. Imaginate que tienen que pasar por todas las casas para ver que los chicos se porten bien y, en base a eso, ver qué les regalarán.

“Este año, cuando su misión los tenía por el sur de Estados Unidos, fueron interceptados por un grupo del Ku Klux Klan. Al verlo a Baltasar, lo capturaron junto con su camello y lo ataron. Intentaron hacer lo mismo con Melchor y Gaspar.

“-No sólo vamos a quemar al nigger este, sino a todos los amigos de todos los nigger.
“-Pero no es amigo nuestro, no sé de dónde salió el negro este. ¿Es amigo tuyo, Melchor? – Intervino, ágil, Gaspar al verse sin salida.
“-No. Pensé que era amigo tuyo. Por eso lo dejé seguir. Menos mal que nos avivaron estas personas. Seguro que estaba esperando el momento para darnos el palo.
“-Uy, de la que nos salvamos gracias a esta buena gente.

Y así lograron salir de las garras del Klan. No es que fueran malos o que no quisieran a Baltazar. Ellos eran conscientes que lo más importante era su misión: llenar los zapatitos de los niños buenos.

“-Tenemos que seguir adelante. Yo sé que Baltasar arderá de felicidad al saber que cada niño bueno encontrará el regalo que merece en sus zapatitos la mañana del 6 .
“-Es cierto. Somos dos, y será más dura la tarea. Tal vez nos tengamos que retrasar y lleguemos el 8 o el 10. Pero todo sea por los niños. Eso es ahora lo único que debe importarnos.

“Y así se juntaron de coraje y continuaron su rumbo. Se encontraban recorriendo el DF, cuando notaron que los camellos necesitaban hidratarse. Permitieron entonces que tomaran agua de un estanco. Tomó el primero y cayó muerto, producto de la contaminación del agua.

“-¡Maldición! Ahora esto. ¿Qué vamos a hacer? – se lamentó Gaspar.
“-Tenemos que seguir. Tenemos que hacerlo por los niños. Seguiremos los dos en un camello. Tiene que aguantar. Consigamos agua potable y sigamos adelante.

“Y con la misión de que el 6 de enero amaneciera con una sonrisa en la cara de cada niño de este planeta inmundo, siguieron adelante. No fue fácil, se encontraron con muchos obstáculos. Pero la grandeza de su propósito les dio fuerzas para superarlos a todos y cada uno.

“Ya andaban por Colombia cuando el camello que quedaba se dio por vencido. Había atravesado medio continente con los dos reyes a cuestas. Y todavía quedaba medio continente más. Y el resto del mundo. Todos los años toleraba el viaje, pero con un solo rey a cuestas. Esto era demasiado. Y la verdad es que al camello los niños le importaban dos carajos. Siempre el mismo pastito de mierda. ¿Acaso no sabían que los camellos no comen pasto ya que no hay en el desierto? Mejor sería que los reyes consiguieran un par de caballos.

“-No, no podemos hacer esto. Nunca nos ven, pero imaginate si alguno se despierta. Y se encuentras a dos reyes en vez de a tres. Y encima en caballo. Pueden llegar a pensar cualquier cosa. No sé, que somos chorros, o que en realidad no existimos y son los padres. Tenemos que solucionar esto. Recordá que es por la ilusión de los niños.
“-¿Qué hacemos entonces? No sé, conseguimos unos caballos, le armamos una especie de joroba y listo. Por el camino encontraremos algún negrito que se haga pasar por Baltasar. ¿Cuánto nos puede costar?
“-No. Tenemos que seguir en camello. Podemos hacer esto: estamos cerca de lo de Javier Escobar Núñez, sobrino del mítico Pablo y heredero de su imperio. Sabemos como entrar a la casa, pues le hemos llevado regalos a sus hijos. Allí tiene un depósito importante. Podemos sacar un poco y revivir así al camello. Y llevarnos para nosotros para el camino.
“-No, como vamos a hacer eso. Imaginate, como decías vos, que algún niño despierte y nos vea duros como una estaca. Qué desilusión se va a llevar.
“-Si es cierto. Pero no tan grande como la de encontrar los zapatitos vacíos. Tenemos que hacerlo. Tenemos que pensar en los niños.
“-Tenés razón, tenés razón. Todo sea por los niños – aceptó Gaspar limpiándose el agua que comenzaba a caer por sus fosas nasales.

“Llegaron al cuartel de Escobar Núñez. Tras sortear a todos los guardias de seguridad, entraron a laboratorio. Armaron una raya bastante considerable y guardaron un pedazo más considerable aún en sus bolsas. Acercaron al camello a la ofrenda y ni bien aspiró comenzó a caminar y caminar y caminar. Tanto ímpetu puso, que a los Reyes se les hizo imposible alcanzarlo. Quedaron a pie.

“-Bueno, parece que ahora sí es el fin. No vamos a llegar – dijo, resignado, Gaspar.
“-No podemos pensar así. Ya encontraremos la forma de conseguir nuevamente los camellos. Tal vez los podemos afanar de algún zoológico. O podemos comprarlos vendiendo algo de lo que nos trajimos de lo de Escobar.
“-Todo sea por los niños, ¿no?

“Ya habían arribado a nuestro país. No daban más. Ambos iban a rendirse, cuando vieron un tren. Esperaron que parara y subieron. Nadie les pidió boleto. Pero al entrar se encontraron con una multitud de facinerosos, lúmpenes y drogadictos con remeras de los Redondos, que se dirigían a un recital de la banda. Al verlos con ropas tan lujosas y tamañas bolsas, los pibes ricoteros se abalanzaron sobre los reyes al grito de “loredoloredotesigoatodaparteaguanteloredo” y “acá el único rey es Patricio”. A partir de allí todo fue caos. Les afanaron las bolsas, se repartieron los juguetes, que fueron usados de canutos y tuqueras, los cagaron a palos, les rompieron el culo... Esta pesadilla terminó para los reyes cuando el tren fue interceptado por la policía y todos quedaron detenidos. Allí comenzó otra pesadilla, porque en la comisaría fueron los canas los que les afanaron los juguetes, los cagaron a trompadas, les reompieron el culo...

“Esto es lo último que se sabe de los reyes Johnny. Por eso no van a venir este año. Y probablemente nunca más.”

Johnatan estaba triste, pero entendió. Daniel pensó que era un buen padre. Pudo sortear la situación sin contarle la cruda verdad. “Y me queda casi un año para ver que le hacemos al pobre Papá Noel. Tal vez termine cuidando autos en el bingo o como travesti en 1 y 60. O mejor: procesado por pedopilia. O por tráfico de órganos. No sé, tengo un año para eso”.

Johnatan no creyó mucho la historia. Tal vez lo que le había contado Diego fuera verdad. Los Reyes Magos no existen, son los padres.

Sin embargo, los años siguientes lo fueron encontrando con algunos datos que le recordaron aquella historia:

- En las elecciones presidenciales del 2004, entre los grupos de negros que se oponían a la reelección de Bush, se encontraba el curioso “Comando Baltasar”, conformado exclusivamente por niños afroamericanos.

- En el recital del Indio Solari en el Estadio Unico de La Plata, un viejo hippie llamado Melchor, aseguraba haber sido un Rey Mago. Todos creían que porque estaba pasado de rosca. Tenía tanta que hasta la regalaba. “Un adelanto del 6” decía con cada entrega. Cuando alguno le seguía la historia para divertirse un poco y le preguntaba por Gaspar, Melchor respondía. “No, ese quedó del otro lado, se hizo rati”. A pesar de que nadie le creía, no pasó por alto la calidad de la tela con la que estaba hecha su bandera ni la exaltación con la que coreaba junto al Indio aquello de que “ciertos reyes no viajan en camello”.

- Durante esa misma estrofa, en las afueras del estadio, una lágrima se deslizaba por la mejilla de un oficial de la Montada. “Tanta historia para terminar sobre un caballo. No sé cuál es la diferencia con el camello”, se le oyó murmurar.

- Más de un usuario de Hotmail recibió un mail de Greenpeace en el que lo bizarro se abría paso entre la molestia que ese tipo de correos suele ocasionar. Se trataba de una curiosa campaña contra la contaminación en México DF con el lema “Save the camels now!”.


- Por distintos rincones del plantea se ha visto a un camello caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar y caminar...


...para no detenerse jamás...

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejeje...Muy bien amigazo. Te pasaste.
NO tengo más que decir. Alto vuelo. Crudismo.
salute

Anónimo dijo...

Pregunta: de dónde sacaste el muñeco ese que ilustra tu perfil?

bartolomé rivarola dijo...

Es el Nowhere Man de "Yellow Submarine"

sasha dijo...

ah nowhere man. muy entretenido el viaje a ningún lado.

(pero te juro que yo una noche de reyes, vi la cola de un camello entrar sigiloso a mi casa)

bartolomé rivarola dijo...

Claro, Sasha. Porque los reyes son los padres, pero lo camellos existen.

sasha dijo...

(nada que ver con camellos. me sumo a la oda a Moretti)

bartolomé rivarola dijo...

Yo también. Un capo Nanni. ¿No sabés cuándo carajo estrenarán "Il Caimano"?

sasha dijo...

este año. pero algunos de sus fans italianos que ya la vieron, no me dieron muy buenas opiniones. habra que verla.

Anónimo dijo...

MUy bueno Manucco. Adhiero a la creencia en la existencia de los camellos y de los hijos de puta.
Senodram.

gemmacan dijo...

Quedo a la espera de saber qué le ocurrió al gordo de Papa Noël. Te lo has currado Manu, está genial.
Unas risas antes de dormir siempre van bien.

Besos!

Luciernaga curiosa dijo...

Muy bueno. Aspereza real y muy lucida.
Saludos, compatriota platense.

Anónimo dijo...

como dijo Senodram, los camellos existen y los h de p también, están en todos lados; y uno también debe ser parte de ellos... Me queda un misterio del final caminante, pero te lo pregunto personalmente; no por e-mail, face to face

Holden, ambiguo, posmoderno
PD: ah, ta´muy bien escrito; ya estás para el libelo en paper, jajaja

Saludos

Anónimo dijo...

YO, COMO SIEMPRE. TARDE.
MUY BUENO DON USTÉ.

YA REI, HASTA LAS LÁGRIMAS.

YA ME PERSEGUÍ,POR MI PROPIA JAURÍA DE REYES.

YA ME VOY, LO SALUDO.

MIS RESPETOS

EL COLECCIONISTA

Lupa dijo...

Ja ja y recontra ja...noto una "linea" de coherencia en todos tus escritos. Beso.